lunes, 12 de diciembre de 2011

otro titular...


Cuando hablamos de violencia en las aulas solemos referirnos a agresiones físicas o verbales, que pueden ir dirigidas contra el mobiliario del centro, contra los profesores o contra los propios compañeros. En ocasiones, interviene un único compañero que te tiene enfilado y hace lo que sea por hacerte la vida imposible. En otras muchas, aparecen pandillas más o menos organizadas, que marcan su terreno en el recreo, en los pasillos, en los baños y en los alrededores del centro.
Son actualmente muy comunes las películas, sobre todo las norteamericanas, de alumnos navajeros, delincuentes que se encuentran en el instituto como en una cárcel. Siempre acaban convirtiéndose en mansos corderitos, ya sea por medios bondadosos y angelicales o por otros más eficaces y expeditivos, de profesores expertos en karate y didácticas más ligadas a la violencia que a la solidaridad.
La violencia es real, se da entre los alumnos, que reproducen en muchas ocasiones la que viven en el ambiente familiar, se da hacia los profesores, tanto por parte de los alumnos como de sus padres, se da entre los profesores entre sí, la menos veces física, pero no por ello es menos importante, se da, en fin, de los profesores hacia los alumnos.
La televisión, el cine, y el cómic, promueven y potencian en mayor medida las vías competitivas en las relaciones profesor-alumno; los alumnos entre sí también suelen estar enfrentados, los profesores entre sí suelen estar divididos. Profesores y alumnos son enemigos irreconciliables. En caso contrario, no hay argumento para un guión. En la escuela se reproducen los mecanismos de un cuartel. Alguien tiene que salir ganando, porque el que manda, manda. Lo más normal es que sea el profesor. Casi siempre. En ocasiones, el grupo de alumnos promueve un cambio forzoso, en el que el profesor pierde. Podemos recordar el anuncio de la televisión en el que un profesor encuentra un preservativo en el gimnasio; todos los alumnos, uno a uno van levantándose para culparse

sábado, 12 de noviembre de 2011

el hormigero rap de violencia en las aulas - YouTube
Cuatro cortos buscan prevenir la violencia de género en las aulas

La cruda realidad...

Desgraciadamente esto ocurre más de lo que nos gustaría, y lo peor de todo es que siendo testigos miramos hacia otro lado.
Formación en las aulas para prevenir la violencia

La delegada de Igualdad, Isabel Paredes, destacó ayer la importancia de la formación para luchar contra esta lacra social, sobre todo a tenor del rejuvenecimiento del perfil de las víctimas.
En este sentido, ayer destacaron que en el ámbito educativo se llevaron a cabo un total de 303 acciones formativas en 60 centros tanto de Primaria como de Secundaria y Bachillerato. El número estimado de personas participantes en estas acciones ascendió a 19.811 personas, 9.844 hombres y 9267 mujeres.
Otro ámbito de atención prioritario ha sido el de las mujeres del tejido asociativo, con quienes se han ejecutado acciones formativas específicas: talleres de resolución de conflictos y aprendizaje emocional con perspectiva de género (43 mujeres); o de habilidades sociales con óptica de género, y específicamente se ha trabajado en el contexto de la realidad de la mujer gitana en Jerez, en colaboración con la Fundación del Secretariado Gitano (46 mujeres). Otra vertiente de singular importancia es la que mantiene el Consejo Local De La Mujer mediante su Comisión de Violencia. La delegada recordó que el nuevo consejo quedará constituido próximamente y con él los ámbitos de trabajo.
En el eje de la formación también se pone en marcha un nuevo proyecto 'Educando con inteligencia emocional: construyéndonos como personas' centrado en la educación de las emociones y los sentimientos. Esta línea de prevención en el ámbito de la juventud, considerada esencial, también ocupa un eje importante en la campaña contra la violencia que este año contempla nuevas acciones, bajo el lema: 'Te quiero con respeto. Construyendo relaciones afectivas positivas'.
La campaña con motivo de la celebración del día 25 de noviembre, el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia de Género centra sus objetivos en sensibilizar al conjunto de la población y especialmente formar a los jóvenes como medida de prevención.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Las estadísticas dicen...

La violencia en las aulas provoca ansiedad al 35% de los profesores

El 65% de los enfrentamientos entre alumnos y docentes se produce en el ciclo de Secundaria

Violencia en las aulas: Los expertos reclaman la implicación de los padres y más respeto hacia los profesores

El acosador escolar reincide de adulto
Las estadísticas demuestran que la violencia sexista empieza en la escuela
Programas de prevención y medidas punitivas son buenos antídotos contra el ’bullying’. La violencia sexista también se da en la escuela
Mercé Beltran/ La Vanguardia
Los niños que ejercen de matones de escuela repiten a lo largo de su vida comportamientos de acoso, sea en el ámbito familiar, sea en el laboral. En algunos casos, los acosadores se convierten en personas violentas o delincuentes; en otros, seguirán teniendo actitudes de acoso. Ésta es una de las conclusiones que el investigador británico David Farrington expuso ante la IX Reunión Internacional sobre Biología y Sociología de la Violencia organizada por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, que recientemente congregó a numerosos expertos en Valencia, bajo el título Violencia y escuela.
El seminario repasó distintos estudios sobre el bullying (acoso escolar), los factores de riesgo que contribuyen a generar comportamientos violentos en la escuela, así como propuestas para prevenir y atajar las actitudes censurables de los escolares. A continuación se exponen algunas de las conclusiones y las propuestas de trabajo.
REINCIDENCIA. David Farrington, director de un estudio longitudinal realizado a más de 400 personas de Londres, a las que siguió desde los 8 a los 48 años, sostiene, basándose en este estudio, que los niños que a los 14 años son acosadores también lo son a los 32, y no descarta que haya una transmisión generacional de estos comportamientos de padres a hijos. Es decir, los acosadores (mayoritariamente, varones) suelen tener hijos que también lo son. La conducta agresiva en los alumnos se corrige con programas efectivos tanto en el ámbito individual como en el colectivo, así como con actitudes firmes por parte de padres y profesores, con castigos cuando hay un mal comportamiento y premios cuando la conducta es buena. sexista. Seis de cada diez víctimas de acoso son mujeres, según una encuesta elaborada por Metra-Seis para el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia. Varios ponentes abundaron sobre el componente sexista del bullying y coincidieron en señalar que los acosadores tienen muchas posibilidades de convertirse en adultos agresores de sus parejas, física y psíquicamente.